El panel sandwich aplicado a la fachada consiste en la aplicación vertical de los paneles para logra el cerramiento del perímetro. Las piezas pueden colocarse tanto horizontal como verticalmente y van unidas mediante el sistema de machi-hembrado, escondiendo, además la cabeza del tornillo con lo que se logra un acabado estético impecable.

Las superficies de metal son ligeramente perfiladas y el espesor varía de 4 a 6 milímetros por cada chapa, suficientemente robustas como para permitir unas condiciones de seguridad durante su fabricación e instalación. El perfilado exterior de la chapa permite una mayor resistencia global del panel.

Entre los diferentes motivos para elegir dicha solución queremos destacar los siguientes:

• Aumenta la rigidez de las superficies y en consecuencia la resistencia a la carga.
• Superficies suficientemente planas son muy difíciles de producir sin micro-perfilado.
• Se pueden obtener efectos arquitectónicos especiales.

Casi todas las firmas de panel sándwich ofrecen una amplia gama tanto de colores a elegir como de acabados para que el cliente pueda configurar a su gusto la parte estética del cerramiento. A parte de la carta de colores, existe la posibilidad, bajo consulta de otros acabados, como los paneles autolimpiables o los de acabado con acero corten, de imitación a madera, iridiscentes, imitación a inoxidable o los mates.